miércoles, 17 de junio de 2009

Prólogo


Amanecía un día despejado sobre las llanuras suavemente curvadas de Ad-Narión, la primavera había llegado sorprendentemente pronto aquel año y el lacerante calor ya obligaba a colgar el abrigo y a utilizar el tusak en su lugar, prenda típica de la región constituida por algodón y que podía llevar mangas cortas. El núcleo urbano más importante era considerado el poblado de Naram. Sus habitantes, dedicados a las tierras en su mayoría, habían tenido que trabajar largas horas durante el crudo invierno; pero ahora veían su descanso en el cálido sol matinal.

Un suave olor a barro húmedo mezclado con hierba machacada se filtraba por las rejillas de una de las ventanas de la casa de Kfindir, una agradable mujer de unos cuarenta años, pelo castaño recogido con un pañuelo naranja bordado de margaritas, unas flores abundantes en aquellas praderas. Esa mañana de principios de marzo se había levantado de la cama bastante antes de lo acostumbrado, el motivo era un extranjero que el día antes habían traído al pueblo herido en un hombro, desde entonces se acordó que Kfindir se encargase de su cuidado debido a su buen conocimiento de las hierbas curativas. Durante generaciones, Ad-Narión tuvo una gran tradición con las hierbas aromáticas: lavanda, romero, menta, hierba-luisa, valeriana... son sólo algunos de los ejemplos de plantas cultivados por los habitantes de la región; preparan las tierras y las siembran a finales del invierno, y en el verano ya pueden obtener los primeros resultados, sobre todo hay que destacar la flor de la luna; la cual florece de noche y resulta tremendamente útil para cicatrizar las heridas, y además tiene un toque analgésico.


Este es el comienzo del prólogo, espero que os vayan gustando los fragmentos que voy poniendo aquí


miércoles, 3 de junio de 2009

Breve Historia de Tanuiitt:

Hace miles de años, en el plano de Tanuiit, los tres dioses hermanos, regentes de la armonía celestial y de la paz en el universo, sintiéndose aburridos tras millones de años cumpliendo su deber, decidieron crear a los humanos.

Los Tres dioses eran Shemu “la bella”, de complexión grácil , áureos cabellos, ojos dorados y rasgos finos, tímida y delicada como una mariposa en un estanque. Varomus Tyle “el sabio”, viejo y recio, de arrugado rostro, larga barba blanca coronada por un amplio bigote, con una mirada severa bajo sus espesas cejas. Chakaar Mora “el corrupto”, de tez oscura, mirada calculadora y fría, sonrisa taimada y pelo y perilla más negros que la oscuridad. Su cabeza alargada y rasgos agudos acentuaban su crueldad. Sus ojos grises como el acero rezumaban una frialdad comparable a la de un lago helado.

Con este aspecto fueron representados a lo largo de milenios. Las generaciones se sucedieron unas a otras, y su recuerdo se diluyó en las aguas onduladas del tiempo.

Tan sólo un leve reflejo de su silueta pervive en el momento en que esta tinta empapa el papel y su dulzón aroma perfuma el aire. Conocimiento relegado en manos de los fervientes y verdaderos adoradores, que en templos, iglesias y recónditos lugares aún practican ritos en honor a su memoria o en la de deidades derivadas de ellas.




Es el comienzo de una breve historia de Tanuiitt , voy poniendo partes, de vez en cuando, para que vayáis conociendo la forma de escribir de José María y conozcáis un poco la obra. Gracias por comentarme.